lunes, 5 de marzo de 2012

Cuentos Chinos


Cuentos Chinos
Andrés Oppenheimer

Introducción:

El libro se basa en una investigación a nivel mundial, en la cual Oppenheimer entrevista personalmente a un gran número de actores de la política económica de varios países. Visita países que en los últimos años han hecho todo lo contrario a lo que ha venido haciendo Latinoamérica, como por ejemplo: China, Irlanda, Polonia, República Checa y España. El autor también analiza la actualidad de países como Brasil, México, Venezuela o Argentina, y de lo que piensan y cómo son sus líderes políticos. Se trata de analizar la diferencia entre el desarrollo de las economías emergentes y el estancamiento económico de América Latina. Básicamente, lo que plantea Oppenheimer es una seria de falsas creencias, ideas y modos de ver el desarrollo y crecimiento de un país que tienen muchas personas influyentes en Latinoamérica. Por esas razones es que estamos tan distanciados de EE.UU, Europa y varios países de Asia en temas de educación, trabajo, calidad de vida, infraestructura, tecnología, etc.

Desarrollo:

En varios capítulos habla concretamente de algunos países latinoamericanos, de sus presidentes, políticos y como sus ideas obsoletas equivocadas, han llevado a varios años de retraso. Un claro ejemplo de esto es Venezuela, que gracias a la autocracia-socialista de Chávez, no ha dejado que su país crezca. Un ejemplo que menciona y me pareció muy interesante, es la comparación de aceptación de McDonald’s en China, donde se le abrieron las puertas para que invierta millones de dólares en ese país, a diferencia de Venezuela, donde se amenaza fuertemente a esta empresa si llega a intentar establecerse. Con este claro y sencillo ejemplo nos damos cuenta de las barreras que pone Venezuela para su crecimiento. Es decir, que mientras en China con esa inversión, se crean miles de puestos de trabajo y su economía se sigue moviendo, Hugo Chávez hace que en su país muchas personas sigan pasando hambre, tan solo por un sentimiento nacionalista.

Otra cosa que me pareció muy interesante del libro, es cuando menciona que la salud y la educación en China, ya han dejado de ser gratuitas, a excepción de los becados. Los chinos están creando ejércitos de ingenieros, técnicos y científicos totalmente competitivos en cualquier parte del mundo porque muchos de ellos están estudiando en las mejores universidades de EE.UU. y Europa, por lo que regresan a su país con más conocimiento y experiencia, conexiones y relaciones profesionales de todo el mundo, lo que hace que inviertan en su país, creen empresas o sucursales, y generan a su vez más crecimiento económico y conocimiento.

Oppenheimer dedica 3 capítulos a Brasil, Argentina y México respectivamente. Estos 3 capítulos no me gustaron mucho, ya que a pesar de ser historias diferentes, la misma idea se repite los 3 casos: Decisiones e ideas equivocadas de presidentes y políticos de esos países.

Los demás capítulos es donde de verdad me pareció muy interesante el libro, ya que  muestra el enorme crecimiento del continente asiático, y también la evolución de algunos países de Europa, que pasaron de ser muy pobres a ser de los países más ricos del mundo. Un ejemplo de estos países europeos es Irlanda, donde se dieron cuenta del error que estaban cometiendo al estar en contra del libre comercio y rechazar el capitalismo, hasta que decidieron unirse a la Unión Europea. Gran parte del progreso de Irlanda, se debe también al acuerdo que tuvieron empresarios y obreros para dar paso a una apertura económica. Los sindicatos en vez de reclamar y generar más problemas llegaron a un gran acuerdo de cooperación con empresarios y el gobierno. También se eliminaron las trabas para la generación de nuevas empresas y al igual que muchos países desarrollados, las inversiones extranjeras fueron siempre bienvenidas.

Al final del capítulo del milagro irlandés, Oppenheimer cita una frase de un académico Mexicano, Luis Rubio: “Irlanda demuestra que las limitantes no son económicas, sino mentales y políticas”. Esto nos dice que los irlandeses se dieron cuenta de sus graves errores e ideas obsoletas, y que tenían el potencial para ser una gran nación. No les faltaba oportunidades de inversión o exportación, sino un cambio de mentalidad, reformas políticas y mucha más organización. Pienso que si pusiéramos en práctica esta idea en nuestro país, viviríamos en el país desarrollado y rico que todos deseamos.

El último capítulo del libro, América Latina en el siglo del conocimiento en mi opinión, el más importante por las conclusiones a las que llega el autor.

En Latinoamérica, muchos todavía siguen pensando que los alimentos, los grandes minerales, y en sí la explotación general de recursos naturales, es lo que nos va a traer el máximo progreso y desarrollo; Y los gobiernos centran sus esfuerzos en exportar productos agrícolas o materias primas en lugar de productos de mayor valor agregado. Los países latinoamericanos podrían fácilmente empezar a vencer la pobreza y aumentar el bienestar de la noche a la mañana.

Hay dos tipos de naciones: las que atraen capitales y las que espantan capitales. Si un país logra captar capitales productivos, casi todo lo demás es aleatorio. La ideología de las naciones es cada vez más irrelevante, ya que hay gobiernos comunistas, socialistas, progresistas, capitalistas, etc. que están logrando un enorme crecimiento económico con una gran reducción de la pobreza, y hay otros con las mismas ideologías pero que están fracasando. Lo que distingue a unos de otros es su capacidad para atraer inversiones que generan riqueza y empleos, y en muchos casos sus libertades políticas.

El engaño de Washington, la mentira populista y la esperanza de América Latina, parece ser relativamente simple: la capacidad de desarrollo de un país se basa en la certidumbre jurídica y la seguridad, y Oppenheimer lo sintetiza en una frase: “no hay gobiernos de derecha, centro o izquierda, sino países que atraen los capitales y países que los ahuyentan.”

En realidad, como lo dice Oppenheimer, parecería que mientras China y otras naciones de Asia y Europa del Este están mirando hacia el futuro, América Latina mira hacia el pasado, y nadie sabe si Estados Unidos tiene capacidad de mirar otra cosa que no sea la guerra en Iraq y su estrategia antiterrorista.

Conclusión:

Fue una lectura entretenida, por la forma en que Oppenheimer cuenta las anécdotas de sus viajes a muchas partes del mundo. Gran parte del libro son las entrevistas a personas y políticos influyentes de los países que lograron salir de la pobreza y también de los que están estancados.

Aunque se puede decir que no te puedes basar solamente en entrevistas para dar un fundamento acerca de cómo crece un país, creo que al estar en el mismo lugar, conversar con la gente, los líderes y ver con tus propios ojos todo lo que está pasando, te hace generar ciertas opiniones de lo que en realidad está pasando.

Me gustó el énfasis que hace en lo que pasa en el resto del mundo y como nos hace darnos cuenta de cómo nos estamos quedando estancados esperando a que alguien más venga a encontrar las soluciones por nosotros, a diferencia de los demás países que hacen lo imposible para mejor su calidad de vida, incrementar su productividad y crecer como país.

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