domingo, 25 de marzo de 2012

All Eyes on London


All Eyes on London

La globalización es una realidad más visible ahora que hace algunos años. La disminución de restricciones y aranceles al comercio, el fenómeno de la migración, la creación de un mercado común y la interconexión de las bolsas financieras de todo el mundo, han hecho que este fenómeno particular del siglo XXI sea una condición inevitable.

Londres, desde hace muchos años se ha caracterizado por ser un núcleo financiero por excelencia y por ello a través del tiempo se ha colocado como una cuidad especialmente internacional.
Su infraestructura arquitectónica y de transporte, su solidez y su crecimiento económico constante, la interconexión aérea que posee, la diversidad cultural que la define y su especial ambiente de negocios, la convierten en una metrópoli por excelencia.

Sin embargo, lejos de ser una razón para confiarse, en los últimos años se ha convertido en un motivo para continuar invirtiendo y renovando. Ciudades como Nueva York, Paris y Tokyo principalmente, se han empeñado en alcanzar la posición que Londres ha mantenido, y amenazan con hacerlo pronto.

Existen debilidades en las que Londres debe trabajar, como la adopción de medidas conservadoras en temas como la migración, los impuestos y el régimen bancario, su cada vez más insuficiente conectividad aérea y el incremento de los índices de criminalidad. Todos ellos problemas de una ciudad internacional. Confiarse en las ventajas de las que muchos años ha gozado sería un error.

Y es que vivir en un mundo tan globalizado como del que somos testigos hoy en día, supone un mayor dinamismo en respuesta a la competencia internacional.

Rodrigo H. Setién

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